Macabro
1. adj. Relacionado con la muerte y con las sensaciones de horror y rechazo que algo puede provocar.
Halloween. Día de los Muertos. La fecha de lo macabro. Coincide con la dicha de estar leyendo Narraciones Extraordinarias de Allan Poe y con una de las manifestaciones artísticas más apasionantes para mi. El mood esta perfecto. Aunque arte para mi no es solo esto, podría casi que confirmar que ésta es una de las tendencias que más me despierta interés. Macabro: que viene de la expresión francesa la danse macabre (Danza de la Muerte), que alude la representación omnipresente, universal e inevitable de la muerte entre los vivos.
Siempre me ha gustado el limite de lo inocente con lo perverso, esa delgada linea entre lo inanimado y la vida. En particular, y por esta misma razón, me gustan las muñecas, representaciones de lo humano, cuerpos sin vida y ojos cristalinos que con la única expresión con que fueron fabricadas aterrorizan a más de uno con la mirada. A muchos, esta expresión que navega en un universo muchas veces infantil les genera desconfianza, ese aspecto mortuorio y sepulcral que con el tiempo adquieren los lacados rosas de sus mejillas, esos ojos que miran a un punto perdido y que parecen seguirnos cada vez que entramos a una habitación, y esa semejanza de su anatomía con la nuestra las hace intimidadoras pero sobretodo imaginarias poseedoras de alma y voluntad...y tal vez también de maldad pura.
Lo macabro para mi, y contrario a muchos, es sinónimo de bello. Se debe poseer una profunda sensibilidad para plasmar la muerte (narrada, esculpida, dibujada) para fabricar una muñeca eternamente joven que sea pasajera y mecanismo de miedo. La naturaleza de la muñeca es la naturaleza de un tótem, se viste como queremos vestirla, se peina como queremos peinarla, se sienta como queremos sentarla, es maleable, está hueca, yo le imprimo la personalidad que quiero que tenga. Entonces... esta viva o esta muerta? Ahí es donde reside lo macabro, en la posibilidad de que la muerte baile dentro de algo que emula la apariencia de lo vivo, en ese dialogo dramático representado en este objeto inanimado.
Durante mi infancia y mi early adolescencia coleccioné estas muñecas, pequeñas, grandes, de porcelana o de tela. Actualmente tengo una (sobreviviente a un largo proceso de desapego), la única que conservo y probablemente la más miedosa de todas: una muñeca de porcelana vestida a la usanza francesa del siglo XVIII, cabello castaño y ondulado y grandes ojos verdes. Les debo la foto de la muñeca que está guardadita en su ataúd de flores ♥. Mientras tanto les dejo mi recopilación de bellezas macabras en el mercado de las pulgas del centro de Bogotá.
Feliz Halloween para todos y Memento Mori guapuras.