"La voz de Funes, desde la oscuridad, seguía hablando.. Me dijo que hacia 1886 había discurrido un sistema original de numeración y que en muy pocos días había rebasado el veinticuatro mil. No lo había escrito, porque lo pensado una sola vez ya no podía borrársele. Su primer estímulo, creo, fue el desagrado de que los treinta y tres orientales requirieran dos signos y tres palabras, en lugar de una sola palabra y un solo signo. Aplicó luego ese disparatado principio a los otros números. En lugar de siete mil trece, decía (por ejemplo) Máximo Pérez; en lugar de siete mil catorce, El Ferrocarril; otros números eran Luis Melián Lafinur, Olimar, azufre, los bastos, la ballena, gas, 1a caldera, Napoleón, Agustín Vedia. En lugar de quinientos, decía nueve. Cada palabra tenía un signo particular, una especie marca; las últimas muy complicadas... Yo traté explicarle que esa rapsodia de voces inconexas era precisamente lo contrario sistema numeración. Le dije decir 365 tres centenas, seis decenas, cinco unidades; análisis no existe en los “números” El Negro Timoteo o manta de carne. Funes no me entendió o no quiso entenderme."
Este es un fragmento de Funes el Memorioso, uno de mis cuentos favoritos dentro del Ficciones de Borges (que es uno de mis libros favoritos so far). Con mis fotos trate de recrear lo que para mí es el universo de Funes, un espectro de códigos y números invisibles para los demás excepto para el, un recorrido de cifras y símbolos que se apoderan de cada cosa y la convierte en un universo infinito capaz de vivir solo en su mente atormentada. Para esto busque mí propio sistema de numeración donde Ferrocarril es 1 y el cubo es 210730= 9, tan caprichoso como el de Funes, pero tal vez menos complejo.
365: tres centenas, seis decenas, cinco unidades ♥